Miedo
- Judith Ordóñez Zazo
- 15 oct 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 25 jun 2021
Tengo la sensación de que vivo muy deprisa, y desatenta. Que me creo que vivo el presente, cuando no paro de recordar el ayer o pensar en el mañana. Que tengo prisa por hacer las cosas, por llegar a los sitios o por conocer sensaciones. Y ningún interés en disfrutar del trayecto. Que malgasto el tiempo, lo pierdo, e incluso infravaloro. Que sueño alto, pero no alcanzo. Que no me respeto, ni me quiero. Pero en cambio, soy egoísta.
Un día me da por pensar y resulta que no me hago caso. Que me despierto pensando en lo que tengo que hacer, y no en lo que me gustaría. Y es por eso que llego a la conclusión de que no me respeto, ni me quiero. Que siento que mi vida la pauta alguien que no soy yo. Que soy responsable de esto, y no hago nada al respecto. Que tengo miles de propósitos, y dejo todo a medias. Que pienso de más, pero hago de menos. Que no sé lo que quiero, me dejo llevar, me creo que lo hago y sigo a la marea.
La preocupación por el “yo” se ha vuelto inherente a nuestro tiempo. Solo importamos nosotros y nuestro ego. Coexistimos, pero nos priorizamos. Y todo para que luego resulte que eso que hacemos, no se nos da bien. Porque tenemos carencias y deseos anhelados. Y qué triste. Ya no solo por lo que implica, sino porque realmente sabemos algo, y es que tenemos fecha límite sin previo aviso. Y hasta entonces solo desperdiciamos oportunidades, pensando en cosas que quizá no sean tan importantes.
Quiero atreverme a vivir, pero me da miedo. Me da miedo el mañana. Me doy miedo mañana. Me da miedo la maleabilidad del ser. Me da miedo la muerte. Me da miedo el terrorismo. Me da miedo la violencia. Me da miedo el odio. Me da miedo el dolor. Me da miedo la pérdida. Me da miedo la humanidad. Me aterra pensar en esto, y me disgusta dejar de vivir por ello. Pero más me asusta verme inmersa en esta realidad y seguir creyéndome vital, sin realmente hacer nada por y para nadie, ni si quiera para mí.
[Texto Original]
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